29 enero 2008

COSAS QUE DECIR

Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir esto. Hoy que se me ha presentado la ocasión lo he puesto con letras grandes en la primera cuartilla de papel que he encontrado, y luego he dejado a su capricho volar la pluma. Yo creo que he visto unos ojos como los que he pintado en estas letras. No sé si en sueños o tras algún mostrador, pero yo los he visto. Eran luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles después de una tempestad de verano. Es un boceto del cuadro que pintaré un día. Un día que se me hace eterno. Creo que valdrá la pena esperar. Te preguntarás, con razón, porque te escribo esto. Y quedarás decepcionada cuando te conteste que no tengo una respuesta. Me perdonarás cuando te diga que he colocado un calendario en mi mesa de noche y tacho los días que faltan para verte. No tengo una respuesta, porque no existen respuestas para todo. No soy un genio, así que tendré que remitirme a una cita de Blas Pascal para contestarte: el corazón tiene razones que la propia razón desconoce. Dicen que el simple aleteo de una mariposa en un extremo del planeta puede causar tremendas consecuencias en el extremo contrario. Es el efecto mariposa. Y mientras este animalillo dibujaba un arco iris con sus alas, me di cuenta que tu sonrisa es la solución a esta quietud que carcome mis vísceras. Ojalá mañana me despierte y seas tú quien me dé las respuestas que necesito. Hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir que a los Kennedy les vuelve a sonreir la vida. Y precisamente ha sido justo después de descubrir tu sonrisa. La familia de JFK aparece por primera vez en escena apoyando a un candidado presidencial de EEUU. Y como no podía ser menos, el elegido es... Obama Barack, un joven negro sin tradición política ni más conexiones y méritos que los que él mismo ha conseguido con la fuerza de su discurso. La presencia de Kennedy refuerza a Obama en varios ángulos importantes. Para empezar, pone fin a cualquier sospecha de que Obama no es lo suficientemente de izquierdas o lo suficientemente demócrata. Nadie supera a Kennedy por la izquierda en este país y nadie le gana en credenciales demócratas. Después, Kennedy puede ayudar mucho al candidato demócrata a ganar apoyos entre dos sectores que se le resisten, el de los sindicatos y el de los votantes hispanos. También tenía ganas de escribir, como no, sobre el primer gran disgusto de La Todopoderosa. Por fin la justicia (la Audiencia Provincial de Madrid) ha tumbado el bulo de la sedaciones en el hospital Severo Ochoa que se inventó Esperanza Aguirre y su mano negra, Manuel Lamela. A Luis Montes y al equipo de Urgencias de este prestigioso centro les llamaron asesinos y fueron represaliados por la Comunidad de Madrid, que se escudó en un anónimo para denunciarles por matar a 400 pacientes terminales. La Cope y El Mundo los crucificaron. Nada. No queda nada. El caso está archivado. Y además, el juez ha retirado las alusiones a mala práctica médica. Aguirre debería pedir perdón y no desmarcarse. Como debería excusarse ante los suyos por torpedear la inclusión de Ruiz-Gallardón en las listas al Congreso de los Diputados, dilapidando así las aspiraciones de su partido a ganar el 9-M. Pero claro, la Esperanza es lo último que se pierde. Mientras termino estas líneas aparece la encuesta electoral del Pulsómetro. Según éste, si se celebraran hoy las Elecciones Generales el PSOE aventajaría en seis puntos al PP. Las cifras bailan cada semana. Yo no creo en las encuestas. Ni tengo encuestas con tu nombre, ni deshojo las margaritas para saber si me quieres. Hoy que se me ha presentado la ocasión lo he puesto con letras grandes en la primera cuartilla de papel que he encontrado.