08 febrero 2008

VERANO

Éste es un canto en recuerdo de aquellos que nunca fueron nada ni nadie. Un recuerdo para esos ciudadanos anónimos que pagaron sus impuestos, que sembraron ilusiones entre los demás, o para aquellos que lucharon por abrir nuevas sendas y que nunca serán reconocidos. A medio caballo entre ese lugar de penumbra y el éxito está ahora Barack Obama. Antes que él hubo otros muchos iluminados. Unos tuvieron su oportunidad y cambiaron radicalmente el mundo que les vió nacer. Otros, sin embargo, perecieron en el intento y pasearon toda su vida por ese cementerio inglés lleno de cruces blancas sin nombre y sembradas en la tierra que descubrió Antonio Soler en Bélgica. Cruces de soldados ingleses caídos en la II Guerra Mundial, personajes anónimos de la historia que nunca recordará nadie. Allí fue donde el genial escritor malagueño concebió su exitosa novela El Camino de los Ingleses. Soler quiso plasmar en su obra el paso del tiempo, la melancolía, la felicidad del ayer, los recuerdos de juventud, el primer amor y como el hombre va devorándo etapas. El Camino de los Ingleses no es una novela cualquiera, porque está escrita en versos que se clavan como puñales en el alma. Soler inicia su obra con estas palabras: En el centro de nuestras vidas hubo un verano. Un poeta que no escribió ningún verso, una piscina desde cuyo trampolín saltaba un enano con ojos de terciopelo y un hombre al que una noche se llevaron las nubes. Los días cayeron sobre nosotros como árboles cansados. Y es verdad que caen así, pero no nos damos cuenta. Creemos que nada tiene fin y que todo tiene arreglo. Pero no. Por ello, porque todo es finito y porque el mundo merece y necesita un cambio de rumbo, Obama es una magnifíca oportunidad. Para EEUU y para el mundo. El senador por Illinois es el reflejo de JFK, áquel soñador metido a político que abrió nuevas vías y aupó los derechos sociales a la categoría de dogma. Kennedy fue el más progresista de los progresistas en EEUU. Quiso hacer un Estado donde todos, negros y blancos, pobres y ricos, jóvenes y viejos, tuvieran cabida. Un Estado y un mundo lejos de los extremismos y la insensibilidad. Pero el 22 de noviembre de 1963 le asesinaron, muchos intuyen, que por razones políticas teledirigidas. Obama es el digno sucesor de Kennedy. Pero EEUU se ha convertido en un país de dinastías, un país de monarquías en el que los Clinton y los Bush se van pasando la corona. El senador afroamericano es el portador de la antorcha a la que hizo refencia JKF en el discurso inaugural de su mandato. Pero este poeta, como el protagonista del libro de Soler, puede que no escriba un verso jamás. Sin embargo su movimiento, el Movimiento Obama, será recordado y entrará en los anales de la historia. Ha llegado una nueva fórmula de hacer política. Barack, el gran tapado de los demócratas ha dado el estirón en el Supermartes, que ha dejado un empate técnico. Lástima que, los Superdelegados vayan a apoyar a una Hillary cuya estrella está en pleno retroceso. Los Superdelegados son marionetas del partido, y a la postre de Bill Clinton(que también es Superdelegado). Y así, aunque el pueblo vibre con Obama, será imposible que éste mesias llegue a disputar la presidencia del país más importante del mundo. Mientras, en casa, Garzón ilegaliza las formaciones abertzales que hasta ahora habían pasado el filtro: ANV y PCTV. Algo está cambiando. Como le ha cambiado la vida al doctor Montes y al Hospital Severo Ochoa. El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra el mejor final. Como Soler en su Camino de los Ingleses. Hoy he sabido que el gran Luciano Ligabue hará una gira por Europa. En abril estará en Madrid y Barcelona. Hoy he vuelto a ver brillar la luz de tus ojos. Hoy es verano.