02 abril 2008

Y DE NUEVO, ABRIL

Había subido al coche con mi amiga Paola Serena, candidata del centro-izquierda al XII municipio, el de Torrino. Roma se divide en 19 distritos que confluyen en il Comune. Allí, la cabeza visible era un hombre realizado a sí mismo, amante del cine, la música y la literatura: Walter Veltroni. Il sindaco di tutti, como es conocido Veltroni en la Ciudad Eterna, aspiraba a la reelección como alcalde de Roma. Lo consiguió con el 61 % de los votos. Era abril del 2006 y entonces yo era aún un niño. Serena me había nombrado, sin hacerlo, persona de confianza. Por mis ideas, por mi ilusión, por mi procedencia. Ella amaba a Zapatero y su forma de hacer política. Y también creía en una Italia diferente. Yo también lo hice aquella tarde mientras circulábamos con su coche por la via della Grande Muraglia, por via Asia o por via Europa. Ésta era la Roma joven, dinámica, abierta que quiere ahora Veltroni, aspirante a dirigir el gobierno italiano. La Roma que unificaba tradición con modernidad. Visualicé entonces cuántas cosas habían cambiado en mi vida. Y eso que aún tú estabas a punto de llegar. Lo hiciste una noche sin nubes, a orillas del laghetto de Eur, con el reflejo de la luna. En aquel momento vi la luz en tu mirada. No decías nada y yo quise decirlo todo. Los pastelitos se quedaron en la mesa. Me mirabas. Te miraba. Y ya no importaba izquierdas ni derechas, ni luz u oscuridad. Fue en la fiesta fin de campaña de Paola Serena, ahora en Milán. Pero aquella tarde, en el coche de Paola, la radio pasaba una canción que invitaba a ilusionarse. Y era como si aquella tarde, en aquel coche, en aquel momento, le pusiéramos música a nuestras vidas, a nuestras ideas, a nuestras esperanzas. Quien sonaba en las ondas era Luciano Ligabue. Lo acababa de descubrir, me lo descubrió Paola. Y escuchando su música he crecido, he amado y he sufrido. No me cambio por nessuno. A Walter Veltroni, el sufrimiento le llegó antes, incluso, de saber de su existencia. En 1956, cuando apenas contaba con un año de vida, perdió a su padre, el primer director del telediario, el primer gran innovador de la RAI. Veltroni creció con la ausencia del padre, al que desde siempre idolatró, al que siempre emuló. Walter está destinado a dirigir Italia. Lo supo desde que en 1996 salió del Gobierno de Prodi. Desde que fue secretario general de DS, bajo la batuta de Massimo D´Alema. Hace meses, Berlusconi mandaba en las encuestas con casi 15 puntos de diferencia. Hoy, a 15 días de los comicios, todo está abierto. Gane quien gane será una legislatura tensa. Como los nuevos cuatro años de Gobierno de Zapatero, que ya no tiene el apoyo incondicional de los nacionalistas, o éste no lo desea. No sólo se explica con el espaldarazo a la elección de Bono como presidente del Congreso. También en la formación de Gobierno y la confianza que los nacionalistas depositan en ZP. Mientras unos van y vienen a Palacio, una mujer agoniza en la selva amazónica. Ingrid Betancourt sólo es culpable de defender unas ideas: las de libertad y democracia. Sus hijos la añoran y luchan, insaciables, por su vida. Soraya Saénz de Santamaría. Ésa es la decisión de Mariano Rajoy para llevar la voz de los populares al Congreso. Por primera vez una mujer. Y una persona realista, pragmática. Parece que el PP se acerca a su deber: ser oposición. Ya añorábamos que lo hicieran. Mientras, el PNV da carpetazo a la moción de censura de la alcaldesa de Mondragón, de ANV. PP, PSOE y Ezker Batua se han quedado a cuadros. Con la decisión, los nacionalistas del PNV siguen alentando ciertos comportamientos. Y asesinatos. ¿Cuántos jóvenes españoles tendrán que crecer sin la referencia de un padre en sus vidas? Si los etarras le preguntaran a Veltroni, seguro que tirarían las pistolas por el retrete. De nuevo abril. Italia en elecciones. Y el silencio de tus palabras golpeando en mis adentros.