Hubiese sido un día perfecto para que me dijeras cuanto me quieres, para que rescataras del cajón de los pasos perdidos aquel bloc escrito a mano que te regalé cuando más escéptica eras ante mis sentimientos. Fue una tarde fría como la de hoy, una tarde de versos silenciosos y eternos dedicados a tu persona, que simbolizabas el amor. Entonces, cuando me querías, y ahora que ya me has olvidado, en la felicidad y en el dolor, la poesía ha sido mi mejor aliada, mi mejor amiga. Hoy nada queda de aquella bella historia, estoy inmerso en un Dürftiger Zeite, tiempos mezquinos, tiempos de penurias, como los calificaba Hölderin. Este poeta alemán del siglo XVIII se preguntaba constantemente para qué y por qué existían los poetas. Safo habló del bello huerto en el que "un agua fresca rumorea entre las ramas de los manzanos, todo el lugar sombreado por las rosas y del ramaje tembloroso el sueño descendía", Mallarmé conoció la desnudez de los sueños dispersos, Santa Teresa recogía las imágenes y los fantasmas de los objetos que mueven apetitos, San Juan bebió el vino de amor que sólo una copa sirve, Cavalcanti vio a la mujer que hacía temblar de claridad el aire, Hildegranda de Bingen lloró las suaves lágrimas de la compunción y tanta belleza de másvida causa el temblor de todo el ser. ¿No será la palabra poética el sueño de otro sueño? Con menos poesía y muchos, muchos sueños (toda una galaxia) recorre estos días Euskadi Patxi López y una legión de socialistas dispuestos a convencer a los vascos sobre la necesidad del cambio en la región. Su media naranja, José Luis Rodríguez Zapatero, ha estado hoy con él en Bilbao y en San Sebastián escanciándo versos y una consigna: "López tendrá las manos libres para pactar". Las encuestas del CIS auguran una apretada victoria del PNV (un sólo escaño por encima de los socialistas) y Zapatero quiere legitimar a Patxi en su formación de Gobierno, lo cual puede llevar a un pacto PSE - PP, lo que significaría un cambio sustancial en el País Vasco. Pero sólo un 4 % de los vascos respalda, según el CIS, un Gobierno sustendado por dos partidos no nacionalistas. Mientras Ibarretxe padece de amnesia (visitó Azpeitia, la localidad de Ignacio Uria, el empresario recientemente asesinado por ETA, sin mencionarlo) y la izquierda abertzale pide que se utilice la papeleta de D3M, a pesar de su anulación por el Tribunal Supremo, Basagoiti pasa de los versos y se centra en los números si logra ser lehendakari y promete hasta 100.000 nuevos empleos en Euskadi. Aunque al bueno de Alfonso, lo que más le irrita, es no ser el centro de atención de sus actos, que se evaporan en persecuciones mediáticas a Cospedal y Esperanza Aguirre por el escándalo de corrupción en ámbitos del PP de la capital. En Galicia, semillero de la derecha española, el candidato de los populares, Alberto Nuñez Feijóo, ha diseñado una campaña personalista, alejándose de la marca PP, en horas bajas. También lo son para el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que ha decidido, personalmente, dedicar una de las calles del centro de la ciudad al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, con el volátil argumento de que se trata de un aragonés universal. Belloch ha tenido que comerse las declaraciones del histórico diputado constituyente, y hoy su número dos en el consistorio maño, Antonio Piazuelo, quien ha recordado al alcalde que "uno de los últimos gobiernos de Franco, con participación de cuatro ministros del Opus, sentenciaron las últimas condenas a muerte" en este país. Mi san Valentín ha estado tan vacio como la maleta que traía de vuelta a Málaga, donde mañana el PP sale a la calle demagogicamente para pedir un empleo digno mientras la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, trae a los ciudadanos las soluciones adoptadas por el Ejecutivo. Al menos, te he visto sonreír mientras soplabas las velas de un feliz cumpleaños, tú que dices cumplir carnavales en lugar de primaveras, lo cual no está tan mal porque el carnaval siempre es un tiempo de risas. Sin embargo, a pesar de tus recuerdos, de mis poemas y de san Valentín, hoy es un día triste. Hoy, y tras 20 horas declarando, el ex novio de Marta del Castillo, la joven sevillana desaparecida hace más de dos semanas, ha cantado el involuntario homicidio de la chica. Y se nos ha caído el mundo encima. Para tragedias como éstas, no valen poemas, ni recuerdos ni bellas historias de amor en un tiempo en que creímos tener el cielo a nuestro alcance. Ni siquiera tu sonrisa mientras soplas todas tus vivencias y conviertes en cenizas todo lo que has soñado, todo lo que has querido, todo lo que te ha hecho sufrir. Ahora llegarán mis poemas. O tiempos mezquinos, de penurias. Hölderin nos abandonó hace tres siglos. Pero la poesía siempre convivió con nosotros. Incluso en tiempos de miserias como éstos.