Es el máximo exponente cultural de España en el siglo XX, leído y admirado en todos los rincones del mundo pero olvidado y silenciado en nuestro país. Federico García Lorca nació en Fuentevaqueros, un pueblecito de la vega granadina, en el nada fácil año de 1898. Como en todos los pueblos, como en todas las familias, existían rivalidades. Ahora, cuando se cumplen 70 años de su asesinato, se ha descubierto que fue alguien "muy" cercano, de sus allegados, quien apretó el gatillo. Concretamente Juan Luis Trescantos Medina, marido de una prima del padre de Lorca y dramaturgo del municipio. Lástima que utilizara el conflicto que asolaba España en 1936 para calmar su odio contra alguien que no merecía este atroz final, un desenlace que posiblemente haya ayudado a construir el mito del poeta granadino. La nueva nos llega en plena discursión sobre la Ley de la Memoria Histórica. Quizá sea el momento apropiado, después de tanto silencio, para honrar a los damnificados, a las víctimas de décadas de terror. En los últimos tiempos las nuevas generaciones se empeñan cada vez más en conocer lo que pasó durante la Guerra Civil y tras ella, en la represión franquista. Los hijos de los republicanos "caídos" no tuvieron fuerzas, ni posibilidades de recuperar a sus padres, enterrados en fosas comunes por todo el país. Callar era lo mejor. Vivieron con miedo y aún hoy, siguen teniéndolo. Nosotros, los nietos, queremos entender para no repetir las atrocidades de nuestros mayores. Queremos conocer que pasó en realidad. Y sobre todo, queremos saber donde están nuestros abuelos porque, las tesis del franquismo, hace años que cayeron por su propio pie. ¿Es justo negarle a alguien su derecho a conocer el paradero de sus ascendientes? Es el momento idóneo para devolverle el honor a los perdedores, lo cual no tiene porqué dañar a sus agresores. Para que sirva de dato, el cadáver del gran Lorca sigue sepultado, en paradero desconocido, en el barranco de Víznar. Su asesino, descansa "como puede" en el panteón familiar de los Lorca. Cosas de familia.