Dice un refrán castellano, de los de pelo en pecho, que con la Iglesia hemos topado. Era una forma de advertir sobre un obstáculo que alteraba la consecución de los propósitos. Finaliza 2008, un año para guardar en los armarios. Noviembre da sus últimos coletazos y con ellos ha llegado el perdón para los Beatles. Ha sido el periódico oficial del Vaticano, Le Observatore Romano, el que ha restado importancia a la afirmación realizada por John Lennon en 1966, en la que aseguraba que la banda "era más famosa que Jesucristo". El artículo no es casual, ya que sale a la luz en el 40 aniversario de la publicación de White Album, que marcó todo un hito en la carrera musical del célebre grupo de Liverpool. Vamos a ver como se toma ahora la Santa Sede las manifestaciones de Juan Marsé, que tras ganar el Premio Cervantes 2008, dotado con 125.000 euros, ha anunciado que se gastará el dinero en mujeres y vino. Quizás a Marsé los más de 20 kilos le sirvan para ganarse el perdón. Una absolución que le saldrá algo más cara a George W. Bush. El pequeño del clan texano repite una y otra vez que él sigue siendo el presidente de EEUU, pero se desvanece tan aprisa como la amenaza de lluvia en un desierto. La sombra del electo Barack Obama lo catapulta a los recónditos lugares que el inexorable olvido guarda en los armarios. Allí, en la estantería del fondo, tiene mi 2008, mi vieja vida, reservado su lugar. Bush seguirá siendo presidente de EEUU, pero las urgencias de la crisis financiera, convertida ahora en recesión, no permiten esperar. Las ocho semanas que le restan de legislatura serán una lenta tortura, su Guantánamo político personal. La formación del gabinete anticrisis de Obama está orientado a producir una función balsámica sobre una opinión pública alarmada hasta el infinito. Obama trabaja a contrarreloj para atajar la inminente debacle del mundo que conocemos. Para ello lanza dos mensajes: habrá un Gobierno fuerte y la economía será la prioridad. Quien siembra recoge. Por ello Obama ha elegido gente veterana para que le acompañe en la difícil misión de encauzar el rumbo, no sólo de EEUU, sino de Occidente. Ha seguido también la que yo llamo teoría Lincoln, integrando adversarios y gente pragmática para la causa. Así, recupera a su rival Hillary Clinton para que reconstruya la reputación de EEUU en el mundo. De la misma manera, apuesta por mantener a dos hombres fuertes de Bush en su propia administración: Timothy Geithner, nominado secretario del Tesoro y actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York, y Robert Gates, secretario de Defensa con Bush y, a partir del 20 de enero, también con Obama. Gates sustituyó hace dos años a Donald Rumsfeld e introdujo el realismo y la sensatez en la política militar. Se acabarán las guerras preventivas, porque se ha demostrado que éstas no valen para nada. Nadie podía haber dado por supuesto que en el Hotel Trident de Bombay, capital financiera de India, se iba a producir una escalada de terror mientras delegaciones españolas y de la UE allí se concentraban. Salvaron el pellejo de milagro. Esperanza Aguirre, que guarda un ángel en su bolsillo (entre otras cosas) relata como tuvo que caminar descalza sobre charcos de sangre. Los mismos que se destilan en los privatizados hospitales madrileños, con la única diferencia que para caminar sobre estos charcos, Aguirre se coloca la sonrisa, el mejor de sus vestidos y unos tacones altos para encuadrarse ante las cámaras de su podrida televisión. La sangre casi llega al río en Francia, donde el socialismo da un giro hacia la izquierda y apuesta más que nunca por la política social. Eso, si aguanta la división acontecida en la lucha cainita entre Ségolène Royal y la ahora líder del partido, Martine Aubry, ministra de Trabajo y Asuntos Sociales entre 1997 y 2000, en el gabinete de Lionel Jospin. Suya es la ley de la semana laboral de 35 horas, uno de los mayores avances sociales en la historia. Aubry, alcaldesa de Lille, nació hace 58 años en París en una familia con pedigrí político. Su padre, Jacquets Delors, ha sido uno de los más recordados presidentes de la Comisión Europea. Pero ahora no es sólo la hija de Delors, es la mujer que ha tendido la mano a los seguidores de Royal y a su adversaria, aplicando a su manera la citada teoría Lincoln. Da un toque de atención a Sarkozy, porque considera que la derecha se ha reído de los socialistas franceses durante las últimas semanas. A decir verdad, desde las presidenciales de 2002, las cosas no van demasiado bien para ellos. Pero Aubry advierte: "el Partido Socialista ha vuelto". Así terminó su discurso. Miré por la ventana y vi que ahí fuera todo permanecía inmóvil y en su sitio. No había ni un triste rastro de ti. Dedico más de 35 horas semanales a recordarte. Pero todo sigue como antes.
27 noviembre 2008
26 noviembre 2008
DIATRIBA SOBRE EL OLVIDO Y LA MEMORIA
Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo de Madrid, lo tiene claro: "a veces es necesario olvidar". Se equivoca. Esta mañana al salir de casa he mirado al cielo para encontrar una explicación a mis pesares y he descubierto un arco iris. No sabría decir cuando fue la última vez que observé uno. Posiblemente fue aquella noche, cuando tus manos buscaban desesperadamente las mías mientras divisábamos Roma desde el Zodiac, muy cerca del Observatorio Astrológico de Roma, en una de las siete colinas de la ciudad. Fue aquella misma noche del descapotable blanco a toda velocidad por el Aventino compartiéndo miradas, risas e intimidades a pesar de Cinzia y Maximiliano. Aún resuena en mi cabeza aquella frase de tu amiga, desde el asiento delantero de aquel majestuoso vehículo: "si te vas, sólo serás un bello recuerdo". Palabras que han motivado versos, novelas y diatribas. Cuando Rouco dice que lo mejor en ocasiones es olvidar, hace referencia al polémico desarrollo de la llamada Ley de la Memoria Histórica, la misma que los obispos han execrado desde que viera la luz. Para el cardenal, el asunto de las exhumaciones de fosas daña la concordia social. Se ha convertido en una especie de Enrique Tarancón de turno que lo único que sabe es ladrar, por ignorancia, por osadía, por cobardía. Si lo suyo es la fe, debería saber que la exhumación de fosas es la voluntad de reconcilación de los vencidos, un acto de perdón hacia los asesinos (aquellos que durante muchos años amparó la Iglesia y entraban a sus edificios bajo palio), un acto justo y responsable que purifica la memoria, tanto que le gusta utilizar a Rouco el término. Pero no, para él las exhumaciones dañan la posibilidad de reconciliación y solidaridad abierta en la Transición, cosa que a su entender no hizo su entusiasmado apadrinamiento de la masiva beatificación de católicos asesinados entre 1934 y 1938. Rouco tiene su propia cruzada. La misma que le llevó, tanto a él como a todos los religiosos y plañideras del régimen franquista, a abrazar la democracia tras la muerte de Franco por repentina decisión del Espíritu Santo. Pero, ¿qué se puede esperar de la Iglesia, esa vieja y anquilosada institución que pagamos todos los contribuyentes, también en tiempos de crisis como éstos? Ahora planea reeditar las actas del proceso a Galileo. Con ello, la Santa Sede pretende recordar que el entonces Papa, Urbano VIII, nunca firmó la condena de la Inquisición al científico italiano. ¿Y qué más da, si ya fue juzgado simplemente por decir lo que pensaba? Y si no firmó la condena de Galileo, ¿cuántas otras condenas para inocentes si rubricó? El PSOE se opuso a Bono, que quería colocar una placa para recordar que en un local del ahora Congreso nació santa Maravillas. No es razonable que en un Estado aconfesional en el que caben todas las religiones y se intenta terminar con los símbolos se coloque una placa a una santa católica por muy santa y muy católica que sea. A Bono le costó la negativa una depresión. Todo esto no hubiese ocurrido si a Zapatero no le entra el cague y obliga a Caldera a excluir de su programa electoral la eliminación del Concordato que España mantiene con el Vaticano desde 1979. Incluso esa reforma hubiese permitido a ZP no tener que pedir ahora a la Iglesia que respete todas las memorias, mientras PP y ERC chocan por la Ley de Amnistía y se acusan de pasado antidemocrático. Joan Tardá, de ERC, se opone a la ley y, entre otras cosas, defiende una proposición para exigir al Rey, como jefe de Estado, que pida perdón a todas las víctimas del franquismo y deroge la Ley de Amnistía de 1977 que ha servido para que los tribunales rechacen el proceso abierto por el juez Garzón. Al menos nos deberían dar la oportunidad de elegir nuestro sistema político: monarquía o república. Sucede ahora, que un tribunal de EEUU ha autorizado las demandas contra el Vaticano por abusos sexuales en dicho país. La Santa Sede contraataca y anuncia que Gramsci, fundador del Partido Comunista Italiano (1921), abrazó la fe antes de morir. Al parecer, los trapos sucios lo son en la medida de sus intereses. Si es de su interés, no hay olvido, si le perjudica, mejor dejar atrás la memoria. Rouco, como la Iglesia, a Dios rogando y con el mazo dando. Admito que esta noche he vuelto a soñar contigo. Y tuve la sensación de despertarme también a tu lado, y que por ello me he topado al salir de casa con un arco iris. Tanto tiempo he estado a oscuras que al aparecer tu luz quise acurrucarme bajo ella. Dice un proverbio árabe que si sueñas con una persona mientras duermes es que esa persona se acostó pensando en ti. Me consuela saber que anoche estuvimos hablando hasta tarde.
23 noviembre 2008
LA MÚSICA DE MI TIEMPO
Esta tarde una canción de apenas tres minutos y medio hizo que toda mi vida pasara por mi cabeza, imagen tras imagen, recuerdo tras recuerdo. Y tú estabas allí como una frontera infranqueable. También otras muchas personas que ya no están, o no como yo quisiera que estuvieran. La vida es un extraño pájaro que vuela a su antojo sin que podamos atraparlo. Pero la música siempre aparece para salvarnos. He atravesado desiertos, escalado montañas, navegado océanos. La conclusión es que para todo hay un final. Aunque hoy no lo creas, las tristezas son pasajeras, se evaporan. Quiero que lo sepas, ahora que las penurias emocionales te invaden como a una flor marchita los destellos de un fulgurante sol. Afortunadamente nuestro ADN lleva impreso un código de inmunidad ante el dolor eterno. Es sólo cuestión de tiempo. Me lo ha recordado esta tarde esa misma canción que me libró de tantas tardes de soledad durante mis aciagados primeros meses en Roma, Only Time, de Enya. Y ha tenido que ser hoy, precisamente hoy, viendo ese canto al amor al que ya me referí días atrás, Noviembre dulce, cuando la vida parecía que por fin me sonreía. Ha sucedido hoy, junto a dos personas que me hacen sentir cómodo, que me hacen pensar que a la vida, aún, le queda algún sentido. Porque, aunque hoy no lo creas, el destino aún te depara, nos depara, alguna grata sorpresa. Es cuestión de tiempo, sólo tiempo. Hay que crecerse ante la adversidad, igual que ha hecho ese magnífico grupo formado por Feliciano López (de nuevo héroe, como en 2004), Verdasco, David Ferrer... España se trae su tercera ensaladera de la Davis desde Argentina. Y eso que Nadal no ha podido participar por estar lesionado. El tenis español está de moda otra vez. Como nuestro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, capaz de devolver a España hasta el liderazgo mundial. Este domingo Jim Hoagland, respetado y veterano articulista de The Washington Post, comparaba las figuras de Obama y Zapatero, incluso en la faceta personal. Hoagland dice que: "Ambos nacieron el 4 de agosto, con sólo un año de separación. Altos y delgados, los dos hombres son apasionados del baloncesto. Cada uno de ellos tiene dos hijas. Y cada uno ha tomado el poder en nombre de una nueva generación y un cambio fundamental después de años de un imperio conservador". En este artículo, el periodista trata además de poner en valor las ventajas que puede reportar a EE UU tener un aliado en Europa como España. En su opinión, las buenas relaciones de EE UU con nuestro país servirían para mejorar las políticas estadounidenses en Latinoamérica. ¿Qué dirán los neocons españoles cuando ZP sea recibido en la Casa Blanca como un mesías? Es sólo cuestión de tiempo, ese animal hambriento que le da la razón siempre al que la lleva, tarde o temprano. Y tu mirada, entre tanto chocolate, me ha demostrado que la tiene. Vendrán días mejores y te acordarás de mis palabras, de este blog, de aquella canción. Y yo de que existes y puedo seguir soñando. Seré breve, lo pide un amigo socialista al que tengo gran aprecio. Pero aún me queda en el tintero la ruptura en el socialismo francés, las elecciones municipales y regionales en Venezuela, la lista negra de Txeroki, la debacle del Madrid o los sueños que nos quedan por cumplir. Desearía tener una varita mágica y aliviar tu sufrimiento. La vida merece la pena. Lo veo en tus ojos. Y lo he sentido al escuchar esa canción que tantas cosas me recuerda. Me recuerda, por ejemplo, que estoy vivo y que otra tarde volveré a tomarme un chocolate contigo.
19 noviembre 2008
AMOR, ODIO Y LIBERALISMO
En los lugares más plácidos que imaginemos seguro que existe un trocito de odio que nos resultaría imposible vislumbrar. Igual sucede en los lugares más tenebrosos con el amor. Nada es fielmente lo que parece. Por eso yo siempre digo que ni soy tan bueno, ni soy tan malo como parezco. Incluso la temible mafia tiene su lado amable. Lo descubrí en aquella secuencia de bellas imágenes y anécdotas que retrata la saga de El Padrino. Roberto Saviano, autor de Gomorra, el libro que nos descubre el mundo de la mafia y que recientemente ha sido llevado al cine, no es el primer escritor que recibe la llamada y las presiones de camorristas y ´ndrángheti. Algunos se llevaron un susto, otros una alegría. Un misterio, un caso difícil y un nombre inesperado encabezan la lista. El misterio es el de Pier Paolo Pasolini, italiano del norte, comunista, de clase media, cineasta, poeta y homosexual. Osea, alguien lejano del crimen organizado. Hasta que empezó a escribir en el Corriere della Sera. Uno de los temas de la actividad periodística de Pasolini fue la complicidad entre la mafia y la clase política italiana. Así fue como a finales de los años 70, el director anunció que se iba a dedicar a investigar esas conexiones. Lo siguiente fue una entrevista en la que Pasolini anunciaba que la mafia iba a asesinarlo. Tres semanas después, el cineasta apareció asesinado en una playa de Ostia, a unos 20 kilómetros de Roma. ¿Un asunto de chaperos? ¿Una conspiración político-criminal? ¿Un desencuentro amoroso? Nunca quedó claro. Pero ahí permanece, como Elvis. Pasolini, santo y seña de Italia, el país de la creatividad. Un caso más difícil en cuanto a relación con la mafia es el de Leonardo Sciascia, novelista e intelectual siciliano, hombre de talante intelectual, elitista y pionero en la denuncia contra el crimen organizado. La Sicilia, il suo cuore (1952), puso a Sciascia (que por entonces militaba en el partido comunista) en el punto de mira. Poco después escribiría uno de los mejores ensayos sobre el caso de Aldo Moro. Para entonces, ya era diputado del Partido Radical (qué grandes momentos de gloria aquéllos de 2006, cuando radicales y socialistas formaban la coalición de Rosa Nel Pugno y yo me desvivía en mi exilio romano por sus ideas). Lo extraño es que, por entonces, cuando la resistencia contra el crimen organizado ya calaba en el sur de Italia, Sciascia despreció esa iniciativa e injurió a héroes antimafia como el juez Borsalino. ¿Y el nombre inesperado? Existe cierta tradición de artistas y escritores criados dentro del crimen organizado que reflejan la realidad de estos clanes. Sucede con el propio Saviano, aunque el caso más conocido es el de Mario Puzo, el novelista de la saga de El Padrino. Puzo, que creció en lo peorcito de Manhattan, siempre cultivó la leyenda de que escribía desde dentro, con la complacencia de sus retratados. Siempre hubo además fascinados por las artes mafiosas, o contratados. Como vemos, la historia del crimen organizado es una relación de amor y odio, como las más bellas historias de pasión, sean cortas o largas. Más importante que todo ello es la intensidad con que se viva. Sebastiano Riso, mi hermano y director de cine italiano, natural de Catania, siempre ha luchado desde su ideal comunista por terminar con la lacra de la mafia. Lo admiro, porque en esa lucha encuentra su esperanza diaria. Y no le hace falta nada más. Yo, en cambio, he regresado a ese paraje desértico al que ya estaba acostumbrado. Dejé de abrazar esperanzas recientemente rehabilitadas, lo que es peor. Fue un día de lluvia que no tenía pensado pasar por la sede del partido. Me llevaron las circunstancias. Allí me derrumbé en brazos sabios, compañeros con muchas más batallas en la vida que un servidor. Me advirtieron que la vida es breve, que goce, que me libere. Carpe Diem. Paco García, un amigo, un mago del optimismo. Un ser superior. La vida con su presencia es más fácil. Siempre existen soluciones, buenas maneras. Una vida dedicada al socialismo que ya va siendo hora de homenajear. Mientras los comunistas españoles carecen de ideas para renovarse, sus clanes celebran juntos su división y son incapaces de pactar un claro liderazgo, los jóvenes cachorros de Aguirre quieren acabar con todo lo que somos. Las Nuevas Generaciones (nuevas, pero retrógradas, por cierto) celebran congreso, aunque más que una cita congresual parece una batalla pura y dura contra los sectores más moderados del partido. Para empezar, el líder de la formación, Mariano Rajoy, se queda en casa y quien acude al evento como hombre fuerte es José María Aznar. Si nos adentramos en la pugna ideológica, comprobaremos donde nos quieren llevar estas pequeñas gaviotas, aguirristas confesos y destructores del Estado del Bienestar. Defendiendo nuestras ideas sin complejos (ponencia de Nuevas Generaciones de Madrid para este Congreso) llega a pedir que se eliminen las subvenciones públicas a los sindicatos y la figura del liberado sindical. Buena maestra tiene Pablo Casado, líder de los jóvenes neoliberales, líder de los aguirristas de bien. Se vuelve a dibujar en el aire un halo de escepticismo sobre el futuro del PP. Esperanza (la que tanto me falta) vuelve a dar batalla. Alguien dijo alguna vez que cuando hacemos memoria corremos el riesgo de hacer poesía. Lástima que algunas cada vez que hacen memoria sea para recriminar a un compañero que ha pasado su momento y que se abre el turno de las sustituciones (aunque Rajoy continúa donde tanto les duele). Pese a mis modales mafiosos, no soy tan malo. Me vienes a la memoria sin el riesgo de tener que escribir poesía. Porque como Bécquer dijo hace casi dos siglos poesía, poesía eres tú.
18 noviembre 2008
BUSCANDO A ELVIS
Le dijimos al taxista que nos llevara a algún sitio tranquilo. Nos preguntó si éramos famosos. "Sí". Y nos dijo que nos llevaría por la autopista, cerca de la casa de Elvis. Le pedimos entonces que nos llevara a la casa de Elvis, y el taxista aceptó. "¿Os importa si comunico a la central que vamos allí?". Entonces llamó a la central diciendo: "llevo dos celebridades en el coche. Tengo a..." puso la radio en mi cara y pronuncié mi nombre: Bruce Springsteen. No sabían quien era, pero hicieron como si lo supieran. "¿Sabes?", le dijo a su jefe que íbamos a la casa de Elvis. Cuando llegamos a la puerta, eché un vistazo. Eran las tres de la madrugada, pero todas las luces de la casa estaban encendidas. Salté la valla y empecé a subir por el tejado. Cuando estaba casi en la puerta, a punto de llamar, veo a un tipo que sale de entre los árboles y que me llama. Entonces le pregunté si estaba Elvis en casa. Me dijo que no, que estaba en el lago Tahoe, y empecé a usar todos los trucos posibles que pude. Le dije que había salido en la portada del Time, que tocaba la guitarra, que Elvis era mi héroe (¿y de quién no?). Y también le dije todas esas cosas que jamás le dices a nadie. Quería dejarle un mensaje a toda costa. El tipo del jardín aceptó. Pero mientras lo hizo, me invitó a acercarme hasta la puerta y a largarme de allí. Pensó que era otro fan loco, y lo era. También Elvis es un ídolo para otro de los reyes actuales del Rock, el italiano Luciano Ligabue. El bergamasco va más allá y dedica algunas de sus letras al verdadero Rey del Rock. Incluso llama a su hijo (imaginario en sus canciones, claro) Elvis. La locura se extiende por todo el planeta. Elvis ha sido capaz de superar los 1.000 millones de discos vendidos a pesar de haber fallecido. Pero ocurre que los mitos como Elvis nunca mueren, nunca desaparecen. Igual que los amores sinceros, aquellos que se tejen en 24 horas, entre carrera y carrera de taxi y sin necesidad de visitar la casa de Elvis. Que breve el amor y que largo el olvido, escribió un poeta. Siento que esta noche vuelvo a las cloacas, al lugar reservado para mí entre las tinieblas. Las alas han vuelto a abandonarme. Me había despertado una tarde, medio resfriado y con jersey a rayas, de una pesadilla que duraba ya un año. Un año de miserias. Me percaté de tu existencia en un fragoso duelo de ideas, aquella misma racionalidad que me abandonó para seguirte, y seguir con ello los pasos de mi corazón. Me descubriste un mundo lleno de colores, y entonces sentí la inexorable sensación de volver a estar vivo. Había dejado atrás los días en blanco y negro. Los dolores y las ausencias. Las esperanzas rotas. Había llegado una nueva era que ahora se rompe como un fino papel de aluminio, a pesar de que me niego a perderte. Mi amor es irrefutable. Me gustaría que no lo dejaras escapar y que sepamos colocar tiritas a todo aquello que está dañado por culpa de una inmensidad plagada de mariposas. La fuerza de querer tenerte junto a mí. Yo sólo te puedo ofrecer mi voz. Aunque soy consciente que este blog es una bazofia, un nombre retratado en silencio, un enamorado sin sombra que yace inerte entre toneladas de cenizas. Aquellas que advierten que otro amor ha caducado. La historia de este blog podría terminar para siempre con este artículo y nadie advertiría que se acabó. Podría silenciarme el miedo a tu ausencia, mi usurpación de las sensaciones, mi declive literario (sin apenas comenzar) o una noche de escalofríos asomado a la ventana esperando que me succionen las palabras vacías, el abismo de una pérdida. He vuelto a las tinieblas. Aquellas de las que nunca debió volver José Bono, para quien hay alguna santa y mucho malo. Lo lanza a diputados del PP, que le ríen sus monerías y le rinden pleitesía. Colocar una placa en el Congreso en honor a una monja ultra no me parece la mejor fórmula para defender a un estado laico. Entre otras cosas, cientos de personas merecen ese homenaje antes que santa Maravillas (son de risas los milagros que se le atribuyen). Bono argumenta que hay mucho hijo de puta en los partidos propios. ¿Cómo puede este hombre llamarse socialista? ¿Cómo puede representar a la soberanía popular? ¿O ese Estado laico que es España? Debería dimitir, si es sensato y quiere estar libre de pecado. El hermano Bono, osea, el compañero Bono, no encontró nunca a Elvis, su taxi se quedó a cientos de kilómetros. ¿Ahora ves por qué es tan importante preguntar a los taxistas sobre sus creencias divinas? Ayer te reías y hoy me das la razón. El mundo gira y cada vez que lo hace algo cambia. Te necesito, deberías saberlo. Necesito que sigas despertando las mismas ilusiones cada mañana. Aunque Garzón haya ahogado la de miles de familias al declarar extinguida las responsabilidades de Franco y las de otros 44 altos cargos del franquismo. Patético, porque había despertado expectativas en muchas personas que ahora ven como el juez se inhibe del proceso en favor de los juzgados territoriales. La herida sigue sin cicatrizar 33 años después de la muerte del dictador. Garzón, sediento de fama y gloria, podría cogerse de la mano con Bono y regresar conmigo (obligado en mi caso) hasta las tinieblas. ¿Tanto vale el amor como para darte el pasaporte a esta orilla llena de luces? La respuesta la encuentro (o quiero encontrarla) en el email que me he enviado hoy mismo mi amigo Simone: "una parte de mí es consciente de haber tenido mucho en mi vida, de haber conocido la belleza del amor, la locura y la intimidad... pero por otra parte si miro dentro de mí soy consciente que sin el amor las cosas no van bien... o al menos van bien sólo a la mitad". El amor, como dice Gaber, nos recuerda Simone, es una cosa concreta (o debe serlo). Cierto que es bello sentir algo demasido fuerte que sea capaz de hacerte llorar, sufrir, esperar... pero también existe otra parte en el amor que se alimenta de comprensión, tolerancia, transparencia... No hay lugar para egoísmos. Dice Simone que por el amor se debe renunciar a aquello que se desea, que con él debemos apreciar lo que se tiene. Tú no me crees cuando te aseguro que haría cualquier cosa por tí, llegar al fin del mundo para conseguir tu libro favorito o patearme Málaga en busca de tus bombones de chocolate blanco. Coincido con Simone al pensar que el amor es un estado de fortuna que a veces olvidamos. Simone, amigo, espero tu visita a España como espero que el taxi de aquel domingo nos lleve hasta la casa de Elvis en lugar de a la mía. Porque si él ha sido capaz de perdurar en el tiempo, si ha logrado vivir a pesar de su muerte, también nuestro amor puede conseguirlo. ¡¡¡ Taaaaaxi !!!
17 noviembre 2008
BORN TO RUN
Es en Born to Run donde un desengañado Bruce Springsteen se pregunta "tengo que averiguar qué se siente, quiero saber si el amor es salvaje, quiero saber si el amor es real", y aún alberga alguna esperanza: "algún día, chica, no sé cuándo, llegaremos a ese lugar al que realmente queremos ir, y pasearemos bajo el sol. Pero hasta entonces, los vagabundos como nosotros, chica, nacimos para correr". Corría el año 1974 y Springsteen venía de encadenar dos fracasos consecutivos en forma discográfica. Apenas había vendido 50.000 ejemplares de sus dos últimos trabajos. Los ejecutivos de CBS perdieron la paciencia y abogaron por despedir a Springsteen. La promesa del nuevo Dylan se esfumaba. Pero todo cambió aquella noche de descanso que, entre gira y gira, Bruce permanecía escuchando discos en su casa de Asbury Park. Escuchaba a The Beach Boys y las Ronettes, cuando empezó a dar forma a una melodía alrededor de la frase nacido para correr. La idea se convirtió en canción y en el siguiente concierto en el club Bottom Line de Nueva York, en julio de 1974, sonó por primera vez en directo. Había nacido una estrella. Lo había salvado el amor. Ese amor que te hace salir a la carretera, al extenso paraje de la vida y comértela a dentelladas. El amor mueve el mundo. Lo siento. Por ello, todo aquel que está enamorado se siente libre, necesita gritar sus sentimientos y coger la carretera para llegar al infinito. La carretera salvó a Springsteen, lo mismo que a Luciano Ligabue. Y siento que ellos, su música, son el motor de mi vida. Con Certe notti me siento identificado. Jamás nada ni nadie alumbrará más el vacío de la carretera como aquella noche lo hicieron tus enormes ojos. Lo sé, y también sé que por escucharla no va a cambiar ya nada. Pero me gusta recordar. Certe notti catapultó a Ligabue hasta los altares de la música italiana. Sus versos son imágenes vivas del amor: un coche ambientado por el que te dejas llevar, una carretera que no cuenta, la radio pasando una canción de Neil Young y la certeza de no poder vivir otra vez un momento como ése. El amor es una llamarada. Un breve paso por una carretera, la de la vida. ¿Cuántas veces encontramos el amor? ¿Cuántas veces desearíamos abrazar a alguien y no dejarle escapar nunca? El amor es una amalgama de circunstacias, sentimientos y detalles. El amor es mirarte a los ojos y sentir que ha merecido la pena sufrir. El amor es descubrir tus fallos y amarte a pesar de todo. Aquí estoy una noche más, sentado, esperando que me llames o tengas un recuerdo que me haga sentirme diferente. Pero como tantas noches, ese gesto no llega. No recurro a una diatriba, al estilo García Márquez, sino que busco entre mis viejos y gastados vinilos canciones de carretera y huyo hacia un lugar inexistentes, donde tú jamas podrás llegar con tu moto, para evadirme de la cruda realidad. Somos vagabundos. Y mientras llega el amor, tendrá razón mi querido Bruce, hemos nacido para correr. Soy el Forrest Gump del amor. Pensarás que por decirlo soy un friki, pero más friki es colocar una placa en el Congreso como homenaje a una monja, santa Maravillas, que creó una congregación ultra. Ahora entiendo a mi admirado Alfonso Guerra cuando decidió apostar por Zapatero en lugar de Bono en el congreso que abrió el camino a un nuevo socialismo. El mismo que estos días pretenden alcanzar los socialistas franceses, para los que la travesía de desierto dura ya demasiado. Los militantes votarán este jueves entre Sègoléne Royal (ex candidata presidencial), Martine Aubry (impetuosa alcaldesa de Lille y ministra de la semana de las 35 horas semanales) y el joven eurodiputado izquierdista Benoit Hamon. No existe claro favorito, aunque quien quiera ser el ganador tendrá que seducir a los seguidores del alcalde de París, Bertrand Delanoë, que acaba de coger carretera (no siempre es sinónimo de amor, huida, aventura) y manta. El socialismo francés está roto. Se pudo comprobar en 2002, cuando Lionel Jospin ni siquiera alcanzó la segunda vuelta de las presidenciales. Necesitan reinventarse y ocupar el centro, por mucha izquierda que prediquen. Los comunistas españoles, empapados de un pseudolaicismo, predican como obispos estos días una regeneración que les haga sobrevivir a pesar de que han perdido ideal y fundamento. Incluso se ufanaban hasta poco antes de cerrar en falso su asamblea para que Rosa Aguilar cogiera las riendas de la coalición. Ella, sobre la que tanto han vertido zombis de la política como Diego Valderas o Antonio Romero, más preocupados de mantener su poltrona que del verdadero sentido del comunismo. Ni se lleva, ni se compra. No hay nada de las bellas ideas del ayer. Sólo nos queda la carretera. El amor. Salir ahí fuera y sentir que la vida vuelve a cobrar, eso, vida. Palpita en las canciones de Springsteen y Ligabue. Déjame que te las susurre al oído mientras conduces hasta el infinito.
16 noviembre 2008
NOVIEMBRE DULCE
La crisis financiera internacional ha unido lo que rompió Iraq: la relación Bush - Zapatero. El estadounidense, incluso, ha dedicado a Zapatero unos minutos elocuentes para la crónica política bilateral. Un saludo protocolario en español y palabras amistosas han resuelto meses, años, de desencuentros y desplantes del Imperio hacia nuestro país. Ahora, las conclusiones finales de la cumbre de Washington vienen a reconocer que la solución para la crisis financiera y la recesión que amenaza a la mayor parte de las economías desarrolladas sólo puede afrontarse mejorando la supervisión del sistema financiero mundial y, por otra parte, aplicando políticas coordinadas para reactivar la economía. Justamente, la receta española, cuya economía se ve aquejada por otros males endémicos (o no tanto) de un sistema basado en el ladrillo, el gatillazo, el dinero fácil y el clientelismo. Que los 22 países asistentes se hayan puesto de acuerdo en las líneas estratégicas para combatir la crisis financiera constituye en sí un éxito. Tanto, que el plan de acción será bastante más explícito de lo que cabía esperar. Además, los países se dotarán de un calendario estricto para desarrollar los acuerdos. Será el próximo 30 de abril cuando se vuelvan a ver las caras. Y, presumiblemente, España estará presente. El que sí estará será Barack Obama, a cuyo equipo de trabajo visita este miércoles nuestro ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. La cooperación EEUU - España parece que volverá a ser férrea. Noviembre comienza a gustarse, a gustarnos. Sale al escenario y comienza a recitar palabras de un inverosímil diálogo que nos deja la piel de gallina. Es su primer contacto con el teatro. Ella hizo exactamente lo mismo cuando tenía 13 años y un mundo plagado de colores a su alcance. Luego descubrió que esos colores van y vienen, que el mundo no siempre es como lo imaginó, o como lo escribió aquel idolatrado profe en un guión de teatro. Pero nos gusta. Aunque en ocasiones debamos evadirnos entre bambalinas para representar alguna obra que en la vida real no podemos acometer. Aunque a veces en nuestra vida tengamos que actuar. Entonces, los demás no entienden quiénes somos, qué queremos, cuales son nuestras verdaderas ilusiones y nuestras verdaderas decepciones. Somos nosotros mismos quienes nos construimos barreras y gritamos mucha mierda, porque creemos que la vida es cuestión de suerte, como las taquillas. Pero no. La vida es mucho más. Yo antes creía que era crecer y soñar y ser y tener... pero un día deambulando como Odiseo por los siete océanos de las ausencias, llegué a mi Ítaca particular y decidí creer en el amor. En la hipótesis Némesis. Y yo quiero que tú creas conmigo, y que esta función tenga dos protagonistas. En Noviembre dulce, a Charlize Theron el amor y la vida le juegan una mala pasada. Ella decide ilusionarse estando cada mes con un hombre diferente. Hasta que llega el amor de su vida, un tipo sensible y efusivo a la vez: Keanu Reeves. También nosotros, los de izquierdas, tenemos una religión (opio del pueblo) a la que seguir: el amor, que es mucho, otros apenas tienen a quien seguir, después de que Llamazares abandonara la coordinación de IU (eso sí), que no su acta de diputado, 5000 euritos mensuales. Es la primera vez en sus 22 años de vida que la coalición sale de una asamblea federal sin coordinador general. Lo tendrá en cuatro semanas aproximadamente y una vez se reúna de nuevo el recién elegido Comité Político Federal al completo (hoy sólo se han elegido a 90 de sus 180 integrantes, la otra mitad vendrán de las federaciones) cuando se elija al líder que comande IU en el momento más crítico de su historia. El favorito para el puesto es Cayo Lara, que desde hoy encabeza la comisión que dirige los pasos de la federación hasta que ésta encuentre un nuevo líder. Y hasta que llegue a su refundación (otra más, la enésima). Esto es lo que se llama una verdadera catarsis. Esta bella palabra tomada de la medicina la puso en circulación Aristóteles con el significado ético-estético que actualmente tiene. El principio aristotélico de la catarsis viene a decir que la tragedia (la representación teatral) es muy útil porque los espectadores ven proyectadas en los actores sus bajas pasiones y sobre todo porque asisten al castigo que éstas merecen; de esta manera se produce en ellos un efecto purificador. Será porque aún no vinieron a nuestra obra. A nuestro Noviembre dulce particular. Y mientras los neocomunistas nacionales se muerden en Rivas Vaciamadrid y los dueños del mundo reinventan el capitalismo en Washington, tú y yo volvemos a poner guión a algo que no debe tenerlo. Esta obra debe hacerse con el corazón. Sobran las palabras.
13 noviembre 2008
ESTADOS DE ÁNIMO
Hacía ya más de 20 minutos que había cesado la tormenta. Pero ella seguía sentada en el jardín de su casa esperando otra nube grisácea que le devolviera aquella sensación única que llega cuando menos te lo esperas. Había esperado durante meses. Y anoche, por fin, la televisión dió un parte de precipitaciones. Martina buscó desesperadamente su chubasquero, pero no lo encontró. La mañana siguiente estuvo todo el tiempo pendiente del cielo desde su ventana. Pero el sol brillaba allá arriba. A media tarde, cuando había perdido toda esperanza, un brusco sonido la estremeció en plena siesta. Había llegado lo que tanto esperaba. Y salió corriendo para darle la bienvenida. El agua caló su delgado cuerpo hasta los huesos. Sintió frío. Pero por fin, después de tanto tiempo, volvió a sentirte distinta, plagada de algo que tanto le gustaba. Era simple agua, sí, pero no un agua cualquiera. Su padre, que acababa de llegar del trabajo, vio toda la escena desde la ventana tomando un té caliente. No dijo nada. Creyó que a los jóvenes hay que darles su espacio, su libertad. Hace muchos años, en 2004, asistí en Madrid a una manifestación contra la pepera ley sobre la educación de la enseñanza. Hoy, esas imágenes han vuelto a mi retina al ver como miles de estudiantes (10.000 según las estimaciones) se manifestaban, por segunda vez en lo que va de curso, contra el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), conocido popularmente como Plan Bolonia. Esta Europijada recoge, entre otros puntos, la desaparición de algunas carreras como las filologías. También que empresas privadas puedan gestionar centros públicos. Y yo no, no estoy dispuesto a consentirlo. Hemos luchado mucho para llegar hasta aquí, para que todos (y todas) tengamos las mismas oportunidades, independientemente de nuestra raza, sexo, color, condición y, sobre todo, nivel de riqueza. Me niego. Y creo que el socialismo, y los socialistas, deberían alzar la voz y decir algo al respecto. Los jóvenes saben lo que les conviene, quieren su espacio. Vamos a dárselo. Apenas faltan dos meses para la ascensión del mesías Obama a la Casa Blanca. Esperemos que en ese tiempo a Bush no le dé por seguir hablando. Hoy lo ha hecho y ha vuelto a subir el pan: la crisis no es un fallo del mercado, ha dicho. Y se ha quedado tan pancho. Que se ahogue Bush. Otros nos estamos ahogando estos días con un cúmulo de sensaciones confrontadas. Son simples estados de ánimo, pero llegan muy adentro. Por un lado está el nacimiento de una sensación plácida, de vitalidad, de aventura. Por otro, la pérdida de personas que siempre estuvieron presentes en mi vida, como Trinidad o Antonio el Kaki. Veo pasar sus vidas y siento tener mucho aquí dentro para darte. Por eso creo que si Martina lo que quiere es lluvia, lo mejor que puede hacer es irse a Roma. Eso si su aerolínea no la deja en la estacada, como estos días le ha pasado a más de 1.ooo españoles en Ciampino, de vuelta a casa. Eso les pasa por no tener carné de moto. Y digo lo de Roma porque llover debe de llover mucho allí desde que yo no estoy. Julia Navarro empieza su libro La Biblia de Barro así: "Llovía sobre Roma cuando el taxi se detuvo en la plaza de San Pedro. Eran las diez de la mañana". Yo escribí hace años un relato con un comienzo similar. Por supuesto, no tenía la calidad literaria de la obra de Navarro. No le dí más importancia, pero cada vez que estoy contigo me quedo pensando por un momento en la ciudad mientras me hablas de las ganas que tienes de visitarla. Y es que a pesar de la lluvia, yo te llevaría volando, porque siento que contigo he recuperado esas alas que tanto echaba en falta. Has devuelto los colores a una vida plagada de tinieblas. Ya no te pido nada más. Bueno, lo que tú buenamente puedas darme. Los tiempos a tu lado son un regalo, una fiesta continúa. Y eso hace distinta mi vida. No pasa un día en que no aprenda algo nuevo a tu lado. Mira, ayer mismo hablábamos de lo que llegas a significar para mí. Te comparé con Némesis, esa teoría astrológica (aún debatida) por la que se cree que nuestro sistema solar es binario, oséa, que tendría dos soles y que si uno no va pues rompe el equilibrio del sistema y suceden cosas muy desagradables como la lluvia de meteoritos y eso. Pues bien, hoy unos científicos estadounideneses han anunciado que el telescopio espacial Hubble ha captado la primera imagen fotográfica con luz natural de un exoplaneta (que orbita alrededor de otro sol) a sólo 25 años luz de la Tierra. Si algún día la vida en este planeta se hace insoportable, yo no necesito de un sol alternativo bajo el que cobijarme. No es que me apetezca estar siempre en el jardín de casa calándome hasta los huesos como Martina. Es que te tengo a ti, que eres ese sol sobre el que giran mis días, mis pensamientos, mis locuras. Aunque a veces no estemos totalmente de acuerdo. Pero sabes que por tí llegaré al fin del mundo, vale la pena. ¿Que te parece desto, Sancho?, dijo don Quijote. ¿Hay encantos que valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible. Y para mí eso es decir Amén.
10 noviembre 2008
CUANDO AMANECE
Hoy me siento inspirado para escribirle al pasado. Para decirle, por ejemplo, que no podrás borrarme de él por mucho que te empeñes. Que algunas noches volveré a dormir contigo porque el pasado siempre regresa por muchos amaneceres que hayamos presenciado. Me ha costado, pero he logrado comprender que serás un bello recuerdo y que tendré que acostumbrarme a una eternidad sin alas. Ahora toca un nuevo amanecer. Los amaneceres son bonitos. Cada uno de ellos es distinto. En el frescor de la mañana, tengo la impresión de poder vivir en unos instantes el sentido de nuestro tiempo. La maravillosa posibilidad del amanecer y sus colores hacen que sienta el sentido leve de este tiempo como una esperanza. Y esos tonos torcidos que se cruzan en el asfalto, nada más salir del portal, hacen que piense que no necesito las palabras para escucharte. ¿Y cual es la realidad? ¿Lo que viene antes, como el amanecer, o lo que viene después, como salir a la calle a coger el autobús? Estoy atravesando una época difícil, porque soy a la vez amanecer y anochecer, esperanza y decepción. He vivido miles de vidas mientras buscaba la mía. Son historias pequeñas dentro de una gran historia. Y cuando creí haberlas escrito todas... la vida me lleva hasta a tí. Un nuevo amanecer. El amanecer más bello. Y tú estabas allí. Y en mis pensamientos. Y ahora aquí, sin nombres, como te prometí. Ya era hora de que amaneciera, suelo pensar. Como dice Walter Veltroni en su maravillosa novela Cuando amanece (aunque algunos tratan de desahuciarla), no llegó tan pronto el amanecer. Pero ha merecido la pena esperar. No me cabe duda. También ha merecido la pena ver pasar algo más de siglo y medio de historia en EEUU para ver al primer presidente negro de este poderoso país. Hoy ha visitado el que será su hogar durante los próximos cuatro años, la Casa Blanca, y ya parece que algo está cambiando en el mundo. Ha sido hoy, precisamente hoy, el mismo día que se nos ha ido la abuela Trinidad, a quien yo tanto quería. No podré ir a su funeral, pero la llevo conmigo. Me da mucha pena que se vaya. Tenía que decirle aún muchas cosas que nunca le dije. Ella que me vió crecer. Ella que tanto me aguantó. Ella que tanto me quería. Recuerdo los juegos infantiles con sus nietos en el sótano de su casa. Y sus meriendas. Y ahora se nos ha ido dejándonos como recuerdo breves notas en un diario. Pero a mí, a mí, me ha dejado mucho más. Y digo yo: ¿quién sabe lo que podemos descubrir en las páginas rancias de un diario; un libro confeccionado día a día, minuto a minuto, sensación tras sensación, ilusión tras desencanto? Tal vez Gabriel García Márquez no lo supo hasta que colocó el punto y final de su diatriba. Diatriba de amor contra un hombre sentado es un ejercicio colectivo. Una invitación generosa e indiscreta. La inmersión cuidadosa y sutil en un mundo emocional complicado y completo. Sediento de amor y alejado de un infierno que roza, osado, la sensibilidad exquisita. No nos merecemos el dolor del amor, como su protagonista. Nos merecemos bellos amaneceres. Y unas alas, aunque a veces las tomemos prestadas. Pero esos préstamos nos hacen sentirnos ilusionados. Empezar una nueva vida, como el que se acaba de caer de la cama. Veltroni, recorre Italia como si estuviera en plena campaña, vocifera en el Parlamento, ataca al vetusto Berlusconi, lanza ideas, nos emociona con sus libros. Se reinventa. Intenta amanecer. Sin embargo yo, cuando estoy junto a ti, no tengo ni amanecer, ni anochecer, ni noción del tiempo. Y eso me gusta. No me apetece para nada tener que estar pendiente de un reloj. Ojalá pronto puedas entender el discurso de Ivan Benissa en Radiofreccia. Los amaneceres también están hechos para soñarlos.
05 noviembre 2008
EL LARGO CAMINO HASTA EL SUEÑO AMERICANO
El camino de Barack Obama a la Casa Blanca no comienza en enero, con los primeros caucus del Partido Demócrata. Tampoco comienza en 2004, en el discurso de apertura de la Convención Demócrata encargado al joven senador por Illinois. Su aventura no se origina tras ganar las elecciones al Senado ese mismo año. No lo hace cuando en 1996 es elegido legislador de Illinois. Ni mucho menos en los barrios marginales de Chicago, luchando contra la pobreza, la desesperanza y la violencia. El camino de Obama al Despacho Oval no comienza con su ingreso en Harvad para estudiar derecho a finales de los años 80. Ni con su primer viaje a Kenia, origen familiar, en los 70. Ni tampoco cuando la localidad hawaiana de Honolulú lo vio nacer el 4 de agosto de 1961. La llegada de Obama al poder comenzó a fraguarse antes, mucho antes. Obama es deudor, en primer lugar, de Martin Luther King, probablemente la voz con mayor autoridad en materia de derechos humanos en la historia contemporánea de EEUU. Su participación en el movimiento de los derechos civiles culminó con las leyes de antidiscriminación racial de 1964 aprobadas durante la legislatura de Lyndon Johnson tras la muerte en atentado de su promotor, John F. Kennedy. Obama es heredero también de Shirley Chisholm, la congresista (de color) por Nueva York que en 1972 se presentó a unas primarias del Partido Demócrata negándose a aceptar el statu quo. Antes, en 1957, un grupo de nueve estudiantes de Little Roch (Arkansas) fueron atacados por su supuesto ultraje (para los blancos) de estudiar en la prestigiosa escuela Little Rock Central High School. Su negativa a plegarse a las demandas racistas espoleó la legislación contra la segregación en las escuelas públicas. Obama le debe un peaje también a Rosa Parks, una mujer de Alabama que renunció a dejar su sitio en el autobús a un blanco, aún a costa de ser detenida y condenada por ello. Su desafío dio pie a un boicot masivo que desembocó en una orden federal que prohibía la ordenanza local segregacionista. Era 1956 y mis padres aún, ni habían nacido. Obama le debe el respaldo de la comunidad afroamericana a gente como Robert Moses, activista de los derechos civiles en el sur de EEUU que combatió las prácticas abusivas con las que los blancos conseguían evitar la participación de los negros en las elecciones hasta la aprobación de la Ley de Derecho al voto de 1965. El escaño que ocupa Obama en el Senado, en representación por Illinois, se nutre del ejemplo de políticos como Edward W. Brooke, primer senador negro elegido democráticamente (en 1966). La lucha por el pleno reconocimiento de los derechos civiles tuvo también un momento de gran fuerza simbólica cuando los atletas John Carlos y Tommie Smith se enfundaron un guante negro y levantaron el puño al subir al podio durante los JJOO de 1968. Más recientemente, y aún en tiempos no exentos de tensiones raciales, Colin Powell y Condoleezza Rice abrieron puertas como secretarios de Estado (equivalente al ministro de Exteriores español) de George W. Bush. Gente como Malcolm X, Jesse Jackson, Cassius Clay, Sidney Poitier, Ophra Winfrey o el mismísimo mito de la NBA Magic Johnson, que lloró de emoción al saber que Obama ocuparía la Casa Blanca, también abrieron el camino para que el sueño americano sea más posible que nunca. La NBA, por cierto, ha sido uno de los sectores que más ha apoyado al candidato demócrata. Quizá por las dificultades que siempre han encontrado los negros a la hora de llegar a todos sitios, incluso a la citada NBA, ahora copada de jugadores de esta raza, tan comprometidos con la sociedad como el recién electo presidente. Lo demuestran sus zapatillas rotuladas con el nombre de Obama durante las horas previas y posteriores a la elección. Ha sido un largo camino. Barack Obama, el 44º presidente de los EEUU de América, es sólo la punta del iceberg. Nada tiene que ver el nuevo dueño del planeta con un personaje del genial Borges. Los personajes borgesianos no van en busca de la aventura, no se pierden en bosques encantados ni suben al hipogrifo, porque el mundo lunar, el aleph, está en ellos, entre ellos: es un desconocido que golpea a la puerta de casa, un extraño que se sienta en tu propio banco, una mujer que posees sólo en sueños o el ulular de un lobo que no existe. Obama nunca sería un personaje de Borges. Porque el senador por Illinois arriesgó desde el primer momento para hacer su sueño realidad. No era el candidato perfecto, ni tan siquiera el que ordenaba los cánones. Pero venció en una larga y dura campaña, las de las primarias demócratas, y se sobrepuso a todas las dificultades. Tanto que ha sido el candidato que más dinero ha recaudado en unas elecciones en la historia de EEUU. Tanto que la favorita, Hillary Clinton, tuvo que arrojar la toalla ante el torbellino que supuso el aspirante afroamericano. Obama es el presidente estadounidense que mayor número de votos ha conseguido. Se le esperaba como se espera a una novia en las primeras citas. Chicago ardió la noche del 4 de noviembre. No era París meses atrás. Ni Barcelona. Ni Roma, donde las minorías, incomprendidas y discriminadas por la superioridad del local, comenzaron a quemar coches y contenedores, a realizar pintadas y actos vandálicos. Pero no. Chicago ardió metafóricamente. Más de 80.000 personas se entregaron a la locura de Obama. Hasta el reverendo Wright lloró. Y no quemaron coches, ni destrozaron nada. ¿Por qué? Porque las minorías de EEUU se sienten satisfechas, dentro del sistema. Ilusionadas. Y esa es la cuestión principal a la que aspira un ser humano: la ilusión. La misma que tú llevas arrancándome 11 largos meses como si fueran alas. Y este pájaro se ha cansado de no poder otear desde el cielo. Llegan nuevos vientos y yo quiero volver a volar. Obama hereda muchos frentes abiertos del desastre Bush: Iraq; Al Qaeda y Afganistán; Oriente Próximo; Guantánamo; la crisis financiera; el resurgir de Rusia; el desarrollo de China; las deterioradas relaciones con los aliados; el cambio climático; las aspiraciones nucleares de Irán... Como dice Obama, el camino aún no está hecho. No se acaba al ganar las elecciones. Empieza ahora. EEUU nunca dejará de sorprendernos. Si renaciera Borges, tendría que reinventarse. Obama estaría en sus libros. Sé que volverás algún día y recorreremos juntos el largo camino a la felicidad. Con otros alas. Con otras metas. Tú y yo juntos. Como Obama y el tiempo de cambio que ha llegado de su mano. Inseparables. Séra vencer. O la Némesis.
04 noviembre 2008
YES, WE CAN
Lo siento, no hay tortitas, ¿unos crêpes?, sugiere el camarero. No, gracias. Tarda en decidirse. Rompiendo sus hábitos elige café americano y un desayuno contundente, pero con el toque árabe del cruasán con zaatar (tomillo, sésamo y sal). Todo esto engorda una barbaridad. Pero un día es un día, dice la novelista Sahar Shalifeh. Nació en 1941 en la entonces laica y hoy conservadora Nablús, en Cisjordania. Shalifeh es una musulmana muy alejada del estereotipo. Dice simbolizarse con el movimiento feminista desde que observó el diferente trato entre su único hermano, ella y el resto de sus hermanas. Sus padres la casaron pronto. Fue un matrimonio arreglado que fracasó por suerte, según ella misma. Dedicó sus 13 años de esposa a formarse. Eran otros tiempos. Ahora, dice apenada, la ocupación israelí nos está destruyendo. Hoy Nablús es una mezcla de reaccionarios, fatalismo y consumismo, señala Shalifeh, que acaba de publicar una novela sobre su tierra de origen, Palestina. La involución árabe le apena y le indigna. Ella evolucinó en una dirección mientras su mundo tomaba la contraria. Lo advierte mientras echa pestes de la Autoridad Palestina. Pero estos días el brillo de una luz ha vuelto a sus ojos. Se siente parte de EEUU, el país al que marchó para estudiar y desarollarse. Cree que por fin el mundo ha cambiado de verdad, que por fin un ciudadano de raza negra puede llegar a la Casa Blanca, dominar el mundo. Shalifeh cree, por experiencia propia, que por fin el sexo y la raza ya no son obstáculos. Y es que, con independencia del resultado electoral de esta madrugada, el martes termina una época. La presumible victoria de Obama significará una transformación de EEUU. Terminará la era de Bush, esos ocho años de frustración y de infamia, emparedados entre los ataques terroristas del 11-S y la crisis financiera de este septiembre negro. Junto a la era Bush también termina otra era: la que se inició con Ronald Reegan. Hace 30 años se pensó que reducir impuestos a los ricos era la mejor solución para todos los problemas económicos. Después del desastre financiero, la opinión de los norteamericanos ha cambiado. No lo dice Obama, que también. El candidado demócrata presenta sus planes fiscales como una reducción de impuestos para el 95 % de la población y aprieta las clavijas a los restantes, los más ricos. Remontémonos al GP de Brasil de F-1 del pasado fin de semana. Cuando todo estaba perdido para Lewis Hamilton, llegó una última curva. El británico vislumbró una nueva oportunidad. Adelantó un coche y sumergió a Ferrari en una profunda depresión. Mclaren ganaba el Mundial una eternidad más tarde. Esa oportunidad también la vislumbra hoy el electorado norteamericano. Así lo dicen las encuestas. Sería una inesperada (e ingrata) sorpresa que McCain venciera. Porque, Obama, ha devuelvo la ilusión a EEUU, pero también al resto del planeta. Obama, sí, el futuro presidente de los EEUU de América. El primero de raza negra. Porque, esta vez, el color no ha importado. O no de forma negativa. Se podría concluir que al senador por Illinois su color de piel le ha abierto más puertas de las que le ha cerrado. Pero el verdadero motivo de su futura marcha triunfante es la del cambio. La del diálogo. La de las ideas. La de la ilusión. Obama, es el presidente poeta. Lo dijo a principios de año la analista política y premio nobel norteamericana Toni Morrison. Ella era amiga y admiradora de Hillary y Bill Clinton, al que había llamado en un controvertido artículo en el New Yorker en 1998, el primer presidente negro de EEUU, pese, advertía, su piel blanca. Pero el color no importaba, sólo las maneras, las formas, las ideas. Morrison, a pesar de su idealización de los Clinton, envió a principios de año una carta abierta a Barack Obama, apoyando por primera vez públicamente a un candidato presidencial. Le preguntaron los motivos y dijo que sencillamente lo hacía porque Obama es un poeta. Morrison no hablaba tan sólo de alguien elocuente, de alguien que amaba las palabras, es decir, que las consideraba amigas íntimas, sino algo más: un ser humano animado por una visión trascendental. Esas palabras ayudaron a muchos analistas a explicar, aún en el mes de enero, la ventaja que Obama fue paulatinamente forjando entre los votantes, su capacidad de convencer y de inspirar. Y en condiciones tan dramáticas como las que vivimos, la existencia de una visión poética en un líder poderoso cobra su verdadera magnitud. Porque vislumbrar las palabras múltiples y claras con que lentamente vamos entendiendo lo que nos pasa hoy es indispensable para anticipar soluciones para los difíciles años que se aproximan. Ya lo dijo Shelley antes de morir en el mar de su exilio italiano: los poetas son los desconocidos legisladores de la humanidad, los que preparan con sus palabras el vocabulario en que se han de escribir las leyes más justas del mañana, los que nos señalan la urgencia de un futuro ineludiblemente diferente y definitivamente más bello. O eso queremos pensar. Esta noche es la noche del cambio. De la ilusión. Un punto de inflexión en la historia. Y mientras avanza la madrugada y Obama puede (Yes, we can), yo estaré pensando en tus ojos y en como los poetas, en ocasiones, también se quedan con las ganas. No hay tortitas. Pero hay una irreductible necesidad y esperanza por el cambio.
02 noviembre 2008
LA OTRA HISTORIA DEL CALCIO
Los italianos creen que inventaron el fútbol, al que llaman calcio, que significa patada. Una patada es precisamente lo que le ha pegado estos días George W. Bush a nuestro país, después de anunciar que no invitará a España a la reunión del G-20 (los países más desarrollados del mundo). El encuentro tendrá lugar el 15 de noviembre en Washington y el objetivo será refundar el capitalismo, el modelo económico más eficaz de los creados por el hombre, visto lo visto. Pero para entonces Bush ya no será el presidente de EEUU, el hombre más poderoso del mundo. Muchos se quejan que el verdadero dueño del planeta (que será elegido este martes) no vaya a asistir, y acusan a Bush de montar un circo más antes de su despedida definitiva. Hasta que llegue ese día, otros líderes mundiales azuzarán para que Zapatero esté presente en esa reunión. Sería un insulto a la inteligencia que España no estuviera en Washington. Un insulto a nuestra civilización, historia y cultura. Un insulto al capitalismo, base de la grandeza del país de las franjas y las estrellas. Y un insulto también a los miles de millones de trabajadores de todo el mundo que no llegan a fin de mes por culpa de este feroz capitalismo que sufren sin que ellos lo hayan creado o alimentado. Así lo han manifestado ya países como México, El Salvador, Argentina o Brasil, mientras sus líderes se veían las caras con ZP en la XVIII Cumbre Iberoamericana. España debe estar sí o sí. Es un punto de no retorno. Pero el verdadero punto central, como no podía ser de otra manera, ha sido la crisis financiera. Una crisis que ha llevado a nuestro vecino Portugal a nacionalizar su banco de referencia: el BPN. Otros de los que intenta nacionalizar algo, y están como locos por hacerlo, es McCain. Ahora que las encuesta le arrojan a las catacumbas se ha empeñado en presentar a Obama como socialista, negro y terrorista. El veterano de guerra, demasiado veterano para ser presidente, diría yo, asegura que el senador de Illinois retirará la estatua de La Libertad, símbolo que abraza a todo aquel que llega a Nueva York en busca de su particular sueño americano. El mismo del que no despierta Obama, que es un ciclón que avanza con paso firme, y salvo mayúscula sorpresa, hacia la Casa Blanca. Su rostro denota humildad, cambio, ilusión. Cuando miro al rostro de Maria Stella Gelmini, implacable ministra de Educación (o lo que queda de ella en Italia) de Berlusconi, me doy cuenta que hay mujeres que a pesar de su rostro dulce y amable esconden una frialdad terrorífica. Lo vi en tus ojos, una tarde gris del mes de mayo, cerca de Celimontana, a dos pasos del Coliseo, por donde el pasado sábado desfilaron más de un millón y medio de personas para quejarse de la política económica, educativa y de inmigración del gobierno. Gelmini ha llevado a las cámaras italianas el llamado decreto 137 (que tiene sus cosas malas y sus cosas buenas, según me dices tan alejada de la realidad como de mí). La ministra, imperturbable ante la bronca que ha acompañado sus decisiones, sigue convencida de que su reforma mejorará la educación pública a pesar de los recortes en la financiación (7.800 millones de euros menos durante el próximo trienio); la supresión de más de 130.000 empleos entre docentes y administrativos; la reducción de horas semanales de lección, etcétera, etcétera... El país, desde Milán a Catania, es un clamor. Los estudiantes se llegaron a apilar en las puertas del Palacio Madama para protestar contra Gelmini y exigir un referéndum para derogar la ley. A falta de iniciativa gubernamental, la consulta será promovida por el Partido Demócrata ciudad por ciudad, según ha anunciado Walter Veltroni. La izquierda, después de muchos años dormitando en la caverna del terror y la desavenencia política, se ha redescubierto a sí misma. Cree en sus posibilidades. Y el pueblo vuelve a estar con ella. Pero de eso, de la izquierda italiana y de sus laberintos, hablaremos otro día. Lo prometo. Ahora suenan en la distancia los tambores del cambio. Traen un ritmo de danza africana, aire keniano. Es la oportunidad de recobrar la ilusión perdida. De darle una patada a todo y romper con el pasado. Contigo. Con una ciudad eterna plagada de onanismos. Una patada a la vida. Una patada al decreto de Gelmini. Una patada a Berlusconi, capaz de rebajar casi en 8.000 millones el presupuesto en Educación para recortar gastos y aprobar, al mismo tiempo, una ley llamada salvafútbol. Fue en 2003, cuando se permitió a los clubes devaluar el patrimonio en el balance para percibir compensaciones fiscales por esa pérdida contable y amortizarla en diez años. Pero claro, entonces esa patada monumental a las arcas públicas beneficiaba a Il Cavaliere para curtirse de votos (el fútbol italiano es el semillero de la derecha italiana y de los apolíticos). Entonces, esos 8.000 millones de euros eran menos millones y su AC Milán estaba de por medio. Es la otra historia del calcio, aquella que no cuenta el libro de Enric González, antiguo corresponsal del diario El País en Roma. Su libro es su historia. Igual que yo tengo mi propia historia de Roma. Y a veces es difícil darle una patada a tu propia historia.
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