16 noviembre 2008

NOVIEMBRE DULCE

La crisis financiera internacional ha unido lo que rompió Iraq: la relación Bush - Zapatero. El estadounidense, incluso, ha dedicado a Zapatero unos minutos elocuentes para la crónica política bilateral. Un saludo protocolario en español y palabras amistosas han resuelto meses, años, de desencuentros y desplantes del Imperio hacia nuestro país. Ahora, las conclusiones finales de la cumbre de Washington vienen a reconocer que la solución para la crisis financiera y la recesión que amenaza a la mayor parte de las economías desarrolladas sólo puede afrontarse mejorando la supervisión del sistema financiero mundial y, por otra parte, aplicando políticas coordinadas para reactivar la economía. Justamente, la receta española, cuya economía se ve aquejada por otros males endémicos (o no tanto) de un sistema basado en el ladrillo, el gatillazo, el dinero fácil y el clientelismo. Que los 22 países asistentes se hayan puesto de acuerdo en las líneas estratégicas para combatir la crisis financiera constituye en sí un éxito. Tanto, que el plan de acción será bastante más explícito de lo que cabía esperar. Además, los países se dotarán de un calendario estricto para desarrollar los acuerdos. Será el próximo 30 de abril cuando se vuelvan a ver las caras. Y, presumiblemente, España estará presente. El que sí estará será Barack Obama, a cuyo equipo de trabajo visita este miércoles nuestro ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. La cooperación EEUU - España parece que volverá a ser férrea. Noviembre comienza a gustarse, a gustarnos. Sale al escenario y comienza a recitar palabras de un inverosímil diálogo que nos deja la piel de gallina. Es su primer contacto con el teatro. Ella hizo exactamente lo mismo cuando tenía 13 años y un mundo plagado de colores a su alcance. Luego descubrió que esos colores van y vienen, que el mundo no siempre es como lo imaginó, o como lo escribió aquel idolatrado profe en un guión de teatro. Pero nos gusta. Aunque en ocasiones debamos evadirnos entre bambalinas para representar alguna obra que en la vida real no podemos acometer. Aunque a veces en nuestra vida tengamos que actuar. Entonces, los demás no entienden quiénes somos, qué queremos, cuales son nuestras verdaderas ilusiones y nuestras verdaderas decepciones. Somos nosotros mismos quienes nos construimos barreras y gritamos mucha mierda, porque creemos que la vida es cuestión de suerte, como las taquillas. Pero no. La vida es mucho más. Yo antes creía que era crecer y soñar y ser y tener... pero un día deambulando como Odiseo por los siete océanos de las ausencias, llegué a mi Ítaca particular y decidí creer en el amor. En la hipótesis Némesis. Y yo quiero que tú creas conmigo, y que esta función tenga dos protagonistas. En Noviembre dulce, a Charlize Theron el amor y la vida le juegan una mala pasada. Ella decide ilusionarse estando cada mes con un hombre diferente. Hasta que llega el amor de su vida, un tipo sensible y efusivo a la vez: Keanu Reeves. También nosotros, los de izquierdas, tenemos una religión (opio del pueblo) a la que seguir: el amor, que es mucho, otros apenas tienen a quien seguir, después de que Llamazares abandonara la coordinación de IU (eso sí), que no su acta de diputado, 5000 euritos mensuales. Es la primera vez en sus 22 años de vida que la coalición sale de una asamblea federal sin coordinador general. Lo tendrá en cuatro semanas aproximadamente y una vez se reúna de nuevo el recién elegido Comité Político Federal al completo (hoy sólo se han elegido a 90 de sus 180 integrantes, la otra mitad vendrán de las federaciones) cuando se elija al líder que comande IU en el momento más crítico de su historia. El favorito para el puesto es Cayo Lara, que desde hoy encabeza la comisión que dirige los pasos de la federación hasta que ésta encuentre un nuevo líder. Y hasta que llegue a su refundación (otra más, la enésima). Esto es lo que se llama una verdadera catarsis. Esta bella palabra tomada de la medicina la puso en circulación Aristóteles con el significado ético-estético que actualmente tiene. El principio aristotélico de la catarsis viene a decir que la tragedia (la representación teatral) es muy útil porque los espectadores ven proyectadas en los actores sus bajas pasiones y sobre todo porque asisten al castigo que éstas merecen; de esta manera se produce en ellos un efecto purificador. Será porque aún no vinieron a nuestra obra. A nuestro Noviembre dulce particular. Y mientras los neocomunistas nacionales se muerden en Rivas Vaciamadrid y los dueños del mundo reinventan el capitalismo en Washington, tú y yo volvemos a poner guión a algo que no debe tenerlo. Esta obra debe hacerse con el corazón. Sobran las palabras.